En Europa, la extrema derecha se presenta como la defensora de los derechos de las personas trabajadoras. Argumentan que las clases trabajadoras se están alineando masivamente con la extrema derecha porque “la izquierda” les ha traicionado. Se afirma que los partidos de extrema derecha se han desplazado hacia la izquierda en cuestiones socioeconómicas como los derechos laborales y han ocupado el espacio de los partidos socialdemócratas como los “nuevos partidos de la clase obrera”.
Este discurso ha calado, incluso entre las élites socialdemócratas de Europa. Sin embargo, lo cierto es que las personas trabajadoras no están apoyando en masa a los partidos de extrema derecha, sino más bien a la derecha dominante y a los verdes. Estudios recientes muestran cómo, aunque los partidos de extrema derecha hayan adoptado cierta retórica que tradicionalmente era de izquierdas, siguen apoyando políticas e iniciativas legislativas de derechas que son perjudiciales para los trabajadores.
Contrariamente a lo que la extrema derecha quiere hacer creer, sus patrones de voto sobre las directivas de la UE propuestas no indican un posicionamiento favorable a los trabajadores en cuestiones socioeconómicas. Al contrario, el comportamiento de voto de la extrema derecha sugiere un posicionamiento indiferente, incluso hostil, hacia los derechos de los trabajadores.